COMPROMISO POLÍTICO
Con todo el agradecimiento por la atención y apoyo que he recibido de su parte, hoy dedico estas letras a comentar que he tomado la decisión de asumir un reto político sin ser un político en lo personal y aclaro que no ha sido fácil. Aclaro que no soy político de carrera, porque quien lo es, se parece más a un jugador de casino que a quien tiene ideales. El jugador, aunque gane hoy, mañana está de nuevo apostando en el juego al igual que en los hipódromos. Como creo que eso nos tiene en la complicada situación en que estamos, lucharé por desplazar a los privilegiados de la política, que periódicamente nos involucran en una competencia para elegir quien nos gobierne, pero sin saber siquiera quienes son esos elegidos, nos hemos movido como sociedad bailando al son que tocan esas grandes orquestas políticas llamados partidos tradicionales, que con los privilegios recibidos por nuestra confianza, nos han llevado por la trocha del desconcierto, cuando debiéramos estar viajando por las carreteras de la prosperidad.
No vengo de la política, vengo de la lucha en pequeñas y medianas empresas y aunque estudio no me faltó gracias a Dios, más he aprendido del diario compartir la lucha con quienes deben ganarse el sustento día a día sin mayor garantía que su esfuerzo y conocimiento, ese mismo sector que se ve asediado por aquellas instituciones que debieran apoyarle. No pretendo a mi edad, ya jubilado. empezar una carrera política, es decir, no pretendo volverme jugador de casino, porque también me tendría que hacer mentiroso, ilusionista y vividor de las necesidades ajenas, no, espero aportar de lo que se y pueda pensar, mientras tenga que sentarme a la mesa de negociación con falsos y verdaderos, sin saber quién es quién.
Decidí acompañar en este valioso proyecto a gente de todo tipo, especialmente humildes y trabajadores, y eso me motiva más, porque no son personas con pretensiones inmensas, con solo lograr estabilidad y desarrollo para sus actividades, que les permita forjar un mejor futuro para sus familias ya se dan por complacidos, aunque en la sumatoria de sus voluntades, casi sin percibirlo, están dando cumplimiento al pedido que hace nuestro himno nacional, “vivan siempre el trabajo y la paz”. Dichosamente sé trabajar y me gusta la paz, por eso no estamos en contra de nadie. Ni a favor ni en contra de los grandes bandos de nuestra historia reciente, esos se defienden y atacan por si mismos, vamos con los que han servido de carne de cañón en sus luchas, por los que merecen oportunidades de estudio, vivienda, trabajo y realización personal. Vamos por Costa Rica como un todo, sabiendo y respetando que hay diversidad de pensamientos, así como de credos religiosos y políticos. Nos llamaremos Partido porque así lo exige la ley, pero entro y le invito a usted a acompañarnos en este movimiento, Demócrata Costarricense, sin apellidos ni cadenas históricas. Para presidente que Dios nos de guía y sabiduría para escoger, porque no llevamos propuesta a ese nivel, pero para Diputados venga, acompáñenos que juntos podemos defender el pan de cada día.
Un abrazo.
